Uno de los aviones más versátiles de la flota de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), el H-60 ​​Black Hawk es un avión militar multimisión de tamaño mediano, siendo utilizado a gran escala para la infiltración y exfiltración de tropas y para misiones de rescate y búsqueda y rescate; pudiendo recorrer hasta 295 kilómetros en una hora.

Según el Mayor Frederico de Brito Machado, Oficial de Operaciones del Séptimo Escuadrón del Octavo Grupo de Aviación (7°/8° GAV – Escuadrón Harpia), el H-60, que conforma el Ala Rotatoria de Aviación de la FAB, es una aeronave que ofrece confiabilidad y rendimiento, ya que demuestra versatilidad y preparación en sus misiones desafiantes.

Por todas estas funcionalidades, es evidente la importancia del H-60 ​​Black Hawk para las acciones de rescate en salud indígena. Es el único avión que puede llegar efectivamente a más de 300 pueblos indígenas ubicados en el Territorio Yanomami. Esto se debe a que la infraestructura de la región no es compatible con los aterrizajes de aeronaves de ala fija. Por lo tanto, solo el helicóptero puede llegar fácilmente.

“Para llegar a las aldeas solo necesitamos un pequeño espacio, unos 30 metros, y logramos aterrizar con seguridad. Hacemos un acercamiento controlado y ayudamos a que la comida llegue a todos”, explica el Mayor Brito.

Actuación en la Operación Yanomami

Operado por el 7°/8° GAV – Escuadrón Árpia, el H-60 ​​opera diariamente en toda la región Yanomami desde el 20 de enero, cuando fue llamado por el Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE) para llevar a cabo esta misión.

En Surucucu, el trabajo que realiza la FAB con el H-60 ​​consiste en llevar alimentos a las comunidades más alejadas. Para ello se cuenta con una planificación previa realizada en conjunto con la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (FUNAI) en la cual, mediante coordenadas geográficas, se puede tener la ubicación exacta de cada comunidad Yanomami. “Despegamos con alrededor de 100 a 120 canastas básicas y entregamos 50 a cada uno de los pueblos”, agrega el comandante de la aeronave.

Alrededor de tres comunidades son asistidas todos los días y reciben alimentos y medicinas. “Así, a lo largo del día, entregamos suministros para hasta 10 Comunidades”, informa uno de los pilotos del H-60 ​​Black Hawk, el teniente aviador Luan Nogueira Liguori.

Aún según el teniente Luan Liguori, es posible llevar hasta dos toneladas de canastas básicas. “Embarcamos con la tripulación mínima, para poder atender a un mayor número de pueblos en un solo día”, añade. 

Al llegar a las aldeas, la tripulación también verifica el estado de salud de los indígenas y, cuando es necesario, realiza la evacuación aeromédica de quienes se encuentran en situaciones críticas de salud.

Según el Oficial de Operaciones del Escuadrón Arpía, algunas comunidades están muy lejos y solo con las alas giratorias es posible llevar ayuda. “En uno de los vuelos, cuando llegamos a cierta comunidad, nos encontramos con situaciones de salud muy precarias y logramos atender y llevar al paciente a la Casa de Saúde cercana, donde pudo recibir atención médica. Saber que podemos marcar la diferencia en la vida de alguien nos marca a todos”, dice.

Vía: Fuerza Aérea Brasileña