El Comando de Reserva de la Fuerza Aérea de EE. UU. (USAF) Probó con éxito el C-130J-30 Super Hercules modificado para misiones de pulverización aérea. La 910.a Ala de Transporte Aéreo cambiará sus actuales seis viejos C-130H por la versión más grande, más potente y más moderna del Hércules. 

Coordinadas por el Departamento de Defensa (DoD), las actividades militares de fumigación aérea se llevan a cabo para controlar plagas e insectos portadores de enfermedades, eliminar la vegetación no deseada y dispersar derrames de petróleo en grandes masas de agua. 

Para lograrlo, el C-130 recibe el Sistema Electrónico Modular de Dispersión de Aire (EMASS), operado exclusivamente por el Ala 910 de la Estación de Reserva Aérea en Youngstown, Ohio, la única unidad militar estadounidense con esta capacidad. A punto de cambiar de avión, los reservistas comenzaron a probar la compatibilidad del C-21J con EMASS el 03 de marzo, utilizando un Hércules proporcionado por la Base Aérea de Keesler, Mississippi.

Trabajando estrechamente con los empleados del centro de mantenimiento C-130, los equipos ajustaron el sistema eléctrico del modelo J para alimentar EMASS. Las puertas laterales se modificaron para acomodar las barras rociadoras. El sistema funcionó correctamente y la prueba pasó después de una prueba el 25 de marzo en la base de Youngstown, con una aplicación exitosa con agua. 

"El futuro de nuestra base es el modelo J y necesitábamos demostrar que nuestros sistemas de pulverización podrían continuar la misión en el nuevo avión", dijo el sargento Thomas Wiesen, mecánico del sistema EMASS del C-130. Según los militares, la exitosa prueba con el C-130J "Es una gran victoria para Youngstown".

Las misiones de fumigación han sido llevadas a cabo por la USAF desde 1947. En ese momento, la Fuerza Aérea creó el Escuadrón Especial de Fumigación Aérea, para reducir la pérdida de tropas por enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, la malaria, la fiebre amarilla y otras. A partir de 1973 la misión pasó a manos de la Reserva de la USAF, utilizando el UC-123K Provider hasta 1986, cuando el C-130 Hércules comenzó a realizar fumigaciones.

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Además de combatir plagas y enfermedades, las misiones de fumigación también incluyen operaciones antifollaje en campos de bombardeo para mitigar incendios y exponer bombas sin detonar. La Fuerza Aérea mantiene equipos en alerta, utilizando agentes dispersantes de petróleo para neutralizar derrames en aguas abiertas, además de lanzar insecticidas para controlar insectos y animales portadores de enfermedades en áreas metropolitanas después de un desastre natural. 

Según datos de la Fuerza Aérea, el Ala 910 lleva a cabo 25 misiones anuales recurrentes en 12 instalaciones militares en nueve estados y, en algunos casos, sobre comunidades vecinas a estas áreas del Pentágono. 

Con información Reserva de la USAF, el Aviationist.